En la búsqueda de un buen lugar para salir de fiesta en Madrid
- Olalla
- 10 abr 2015
- 3 Min. de lectura
Cuando uno está de viaje una de las cosas más difíciles es encontrar un lugar para festejar los fines de semana. Madrid está lleno de bares, clubs, discotecas y un sin fin de opciones nocturnas, pero lo difícil es saber que lugar es el que se adapta más a nuestros gustos. Por ejemplo si pensamos en Costa Rica y alguien preguntara dónde salir por la noche muy probablemente lo mandarían al paseo colón, con discotecas carísimas y música tipo charanga, cosa que a mi no me gusta en lo más mínimo. Si me preguntaran yo los enviaría a probar en Area City que puede dar un poco de miedo de sólo verlo, pero no cobran entrada, la cerveza es barata, está lleno de gente joven, y la música ochentera es lo mejor.
Pues JP y yo estábamos ya en el tercer intento de encontrar un lugar así en Madrid y no parecía que fuéramos a lograr nada

Primero, cuando te fijas en internet te mandan directo a la discoteca Joy Eslava en la calle del Arenal, así que fuimos. La entrada cuesta un ojo de la cara, con derecho a una consumición (bebida) eso sí, pero cada bebida extra te costaba más de 10 euros, no me jodas. Hay que aceptar que el lugar es una preciosidad es como un viejo teatro restaurado, donde en el escenario suele ponerse el DJ y en ciertas noches los espectáculos y en los antiguos palcos hay mesas para sentarse. Pero la música es pura puritica charanga, y lo peor, música que hace diez años pasó de moda en Latinoamérica la ponen como los grandes hits. Vale, lo acepto, al principio me encantó corear el símbolo, pero la verdad es que cansa muy rápido si no es tu tipo de música. Así que a seguir buscando. Para el segundo intento esta vez pedimos recomendaciones a los madrileños, desde gente que pasaba por ahí hasta mi prima Paola que vive en Madrid, nos dijeron que teníamos que ir a chueca entonces nos fuimos pa' allá. Dando vueltas por Malasaña, que es un barrio bastante movido ya que queda en medio de Chueca (el barrio gay) y la zona universitaria, y sin saber en que puto bar meternos, se nos acercó un paraguayo con acento español para intentar convencernos de entrar a un bar bastante vacío; pero mi prima Paola ya nos había advertido no hacer caso de estos "RP", así que al final terminamos conversando con él de la vida, y nos terminó por decir que un bar como el que estábamos buscando era uno en la esquina llamado Tupperware.
Nada mal, una decoración alocada y hasta kitsch, y música ochentera y noventera que en un país como Costa Rica hubiera sido nido de miles de hipsters, estaba lleno de españoles y extranjeros jóvenes en sus asuntos (Una cosa curiosa es que me parece que en Madrid los hipsters están prontos a desaparecer, ya que son escasos en público). La verdad que estaba bastante bien, pequeño eso sí, pero amigable y con precios bastante más aceptables. Sin embargo notamos algo que nos incomodaba, la música estaba a un volumen mas bien bajo, y l agente charlaba en lugar de bailar alocadamente como nos gusta hacer en nuestra extrañada Area City a JP y a mi... Al rato dejó de funcionar para nosotros, porque si sales con tus amigos a charlar a lo mejor te encuentras a gusto, pero si no tienes amigos con quienes ponerte a chismear más bien es aburrido. Pero el tercer intento hizo que valiera la pena tanta búsqueda, JP encontró en internet no se como, un bar más grande tipo discoteque llamado Independance y fue IN-CRE-I-BLE. El evento del día era grandes hits de los 80's, pero suelen tener música de ese tipo siempre. Además ese día había una banda en vivo, que invitaba al público a subir al escenario tomar el micrófono y cantar alguno de esos grandes hits con ellos. Ni hablar esto había que hacerlo, nos apunté a JP y a mi para cantar I want to break free de Queen, y al subirnos al escenario no sé que nos pasó pero nos convertimos en súper estrellas, Freddie Mercury era cualquier cosa comparado con nuestra presencia escénica, la gente nos coreaba y aplaudía y fue la mejor noche que he pasado en un bar. Cuando terminamos de cantar completamente desgalillados los chicos de la banda quisieron saber de dónde habíamos salido, y ya un poco más avergonzados nos presentamos ante las más de 200 personas que nos sonreían entusiastas en el público. Les digo, fue épico. Así que les recomiendo totalmente darse una vuelta por el Independance (CALLE - DOCTOR CORTEZO, 1 [TEATRO HAAGEN DAZS CALDERON] - ZONA SOL - MADRID), plus te dejan entrar gratis si te apuntas en la lista de invitados con anticipación.
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