Un poquito sobre Pisa
- Olalla
- 6 may 2015
- 2 Min. de lectura
Después de unos días estupendos de primavera en Florencia (de los cuales ya les hablaré) decidimos pasar un día en Pisa. Y antes de empezar con la historia sí les recomiendo de entrada no pasar más de un día en Pisa, porque aparte de ver la torre y un par de cosas más no hay nada que hacer... Y no sólo lo digo yo, si no que cualquier guía turística respetable les dirá lo mismo. Es mejor gastar más tiempo en una ciudad como Florencia, y darse una vuelta de una tarde a Pisa que está a una hora en tren.

Pues como ya saben la mayor atracción de Pisa es la torre inclinada, y una de las cosas que más les pueden divertir, y que definitivamente me divirtieron a mi es ver a todos los turistas sacándose fotos apoyados, empujando o señalando la torre. No digo que no haya que hacerlo, sólo digo que aunque las fotos queden geniales en facebook o instagram es bastante gracioso ver los intentos (muchos de ellos fallidos) de hacer que la foto quede bien.






Una de las cosas que más vale la pena ver es el camposanto de Pisa, justo al lado de la torre, y con muchos menos turistas. Es un lugar impresionante, con más de 600 lápidas, muchas de ellas grecorromanas.

Además los muros de las galerías están cubiertos por admirables frescos realizados en la segunda mitad del siglo XIV y a lo largo del siglo XV.


Eso sí, como podrán ver si entran, después de la segunda guerra mundial el camposanto fue gravemente destruido, sin embargo se logró reconstruir y salvar gran parte de estos frescos, tumbas, sarcófagos y esculturas.

Un lugar que sin duda merece la pena visitar, mucho más que hacer la fila y esperar horas para subir a la torre inclinada.
Eso sí, no olviden sacarse una foto con la torre, y asomarse a ver la base hundida en el suelo que sigue haciendo de Pisa uno de los lugares más visitados de Italia.

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