Dando vueltas en Toscana (Parte I)
- Olalla
- 11 may 2015
- 3 Min. de lectura
Para conocer un poquito más de Toscana, JP y yo nos fuimos el domingo pasado de tour (sí de esos que se pagan y vas en un autobús), pero con la suerte (o buen o ojo) de haber escogido el tour que ofrece nuestro anfitrión de airbnb, quien nos llevó sólo a nosotros dos.
Es difícil referirse a toda la región Toscana sin pensar en películas románticas, viñedos, y un clima soleado que invita a pasar las tardes tomando vino. Todo clichés que para nuestra sorpresa pueden llegar a ser bastante verdaderos pero difíciles de apreciar entre las multitudes turísticas de Florencia o Pisa. Por eso si algún viaje los llega a traer por la Toscana, no dejen de sacar un día al menos para conocer los tesoros rurales que hay escondidos en toda la región.
Primero conocimos el pueblo medieval de Monteriggioni. El mismo Dante Alighieri hacía alusión a la fortaleza en su Divina comedia: «De la misma manera que Montereggioni corona de torres su recinto amurallado». Pues sí, parece que JP y yo nos estamos volviendo coleccionistas de ciudades amuralladas y medievales, y aunque Monteriggione es bastante más pequeñita que otras que hemos conocido, no deja de ser impresionante.
Unas curiosidades de Monteriggioni es qeu a lo mejor ya la han visitado aunque sea virtualmente si vieron la película Gladiador, o si jugaron Assassins Creed 2.
Nuestra siguiente, y muy ansiada parada fue Siena.
Según una antigua leyenda, Siena fue fundada por Asquio y Senio, quienes eran hijos de Remo (hermano de Rómulo, el mítico fundador de Roma). Y de hecho este origen romano está relacionado con el emblema de la ciudad: la loba que amamantó a Rómulo y Remo. Entonces estatuas y otras obras de arte que representaban a una loba amamantando a los gemelos pueden verse por toda la ciudad de Siena.
Una de las tradiciones más pintorescas de Siena es el Palio (Palio di Siena). Una carrera de caballos que enfrenta a las contradas o distritos de la ciudad. La competición se desarrolla dos veces al año: el 2 de julio se corre el Palio di Provenzano y el 16 de agosto el Palio dell'Assunta. Por desgracia no pudimos pillar una de las celebraciones, donde nos cuentan que se llena la Piazza del Campo de arena, caballos, disfraces medievales y espectadores.
Para nuestra suerte lo que sí logramos ver fue algunas de las contradas demostrando su presencia por la ciudad con banderines y tambores.
Uno de los monumentos obligatorios para ver en Siena es la catedral. Sólo verla por fuera ya es impresionante, con su fachada hecha de mármol blanco contrastado con piedra rosada de Siena y verde oscura de Prato.
Pero una de los secretos que poca gente conoce es que la iglesia está construida sobre un antiguo templo dedicado a Minerva.
Otro must de Siena es El Palazzo Pubblico de la ciudad, el cual se encuentra en la Piazza del Campo.
El exterior de la estructura es un ejemplo de arquitectura medieval italiana con influencias góticas y la fachada está ligeramente curvada hacia el interior (cóncava) para reflejar la curva exterior de la Piazza del Campo.
Pero lo que más nos impresionó fueron los frescos que se pueden encontrar en su interior, los cuales son únicos puesto que fueron encargo de los gobernantes laicos, y es muy inusual para la época que los frescos representaran escenas de la vida secular, en vez de los temas religiosos que dominaban el arte Italiano de esa época.
En la sala de la Peace es donde el gobierno celebraba sus reuniones, por lo que se le encargó a Ambroggio Lorenzetti (seguro para inspirar el buen trabajo de los gobernates) pintar unos frescos donde se puede ver la "alegoría de un buen gobierno" junto a "el efecto de el buen gobierno sobre el pueblo y la ciudad". Y del otro lado de la sala, en la parte más oscura la "alegoría del gobierno malo" y "El efecto del gobierno malo sobre el pueblo y la ciudad".
Estos frescos no sólo son hermosos y laicos si no que además nos dejan echar un vistazo al pasado para imaginar cómo pudo ser Siena en épocas pasadas.
Una de las cosas más tristes de nuestro paseo en Siena es que sólo tuvimos 3 horas para estar en esta enorme ciudad, y esta ciudad se ve en dos días por lo menos. Entones nos fuimos a nuestro siguiente destino deseando poder regresear algún día a descubrir sus secretos.
Aquí les dejo un pequeño video para que ojeen Siena y se antojen de visitarla:
(continuará...)
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