Top 5 de París (guía Parisina para principiantes)

París es sin duda una de las ciudades más hermosas del mundo, visitada por miles de turistas, millones de veces fotografiada, y soñada por gente de todo el mundo que desea poder visitarla.

Al ser una ciudad tan grande, y llena de turistas y parisinos (no sé qué es peor), a veces puede ser agobiante, por eso para los viajeros nuevos en París, les traigo este top 5 de cosas que merecen realmente la pena hacer en nuestra primera visita a París.

1. Admirando la vista

Mi mejor consejo para ustedes es: olvídense de subir a la Torre Eiffel. Las filas son interminables y es realmente caro subir a la cima. Para obtener una preciosa vista de París desde arriba me parece que es mucho mejor subir al arco del triunfo. Además de que hay mucha menos fila y es mucho más barato, la vista es espectacular. Da la impresión de que estamos en el puro centro de la ciudad con todas las calles saliendo del arco en forma radial. Además podemos fotografiar y admirar la Torre Eiffel en lugar de estar subidos en ella.

Otra opción para una vista increíble totalmente gratuita que incluye ver a lo lejos la preciosa Notre Dame, es entrar como si nada al Instituto del Mundo Árabe. Esto lo descubrimos JP y yo por accidente buscando un baño, entramos al edificio y al subir al último piso nos topamos con una cafetería que tiene una de las vistas más impresionantes de París. Y sí, es gratis.

2. Museos

El famosísimo museo Louvre es obligatorio para los amantes del arte, pero si en realidad te aburren los museos o nunca te interesó la pintura o escultura ¿para qué perder el tiempo?. El Louvre es increíble, tiene una colección impresionante de las obras y artistas más importantes de la historia. Pero es ENORME, y realmente cansa entrar y visitar sus pasillos.

Lo que recomiendo es averiguar y escoger cuáles obras queremos admirar con detalle anticipadamente, y una vez en el museo buscarlas tranquilamente y admirarlas un rato. Tratar de ver todo es simplemente cansadísimo y se verán agobiados por los mares de turistas y el calor, sobretodo en verano.

La Mona Lisa, por ejemplo, además está rodeada por una cerca y cientos de personas todo el tiempo, es un cuadro bastante pequeño, así que si la única razón para entrar al Louvre es esa mejor saltárselo.

Por otro lado un museo mucho más tranquilo y que sí da tiempo de explorar completo, o casi, en una tarde es el Museo de Orsay. Se los recomiendo mucho porque ahí hay grandes obras de van Gogh, Monet, Klimt, Renoir, Manet y en realidad no sé para qué los estoy enumerando si son muchos muchos más.

La cosa es que el Orsay es mucho más manejable que el Louvre y tranquilo, su restaurante es precioso y además se come muy pero muy bien.

Algo que me pareció increíble es ver a turistas fotografiando los cuadros y sus descripciones uno tras otro sin pararase a observar ninguno. Eso pasa cuando la gente que realmente no está interesada en este tipo de arte entra a un museo famoso. Tip: No hace falta sacrle fotos a los cuadros, tu foto nunca saldra tan bien como las que podemos conseguir en internet.

3. Comidita deliciosa

Para comer delicias francesas mi lugar favorito es el Latin Quarter, hay una variedad increíble de lugares y precios donde sin duda saldrán más que contentos con fuagrás, sopas de cebolla y paté.

Pero además para bajos presupuestos encontrarán miles de puestos de crepas donde por 5 Euros puedes comer una delicia ya sea salada o mi favorita de Nutella y quedar más que satisfecho, y hacer como los estudiantes locales y sentarte en algún parque, o a orillas del Sena a comer con toda naturalidad.

4. Recorrer el Sena

No se puede negar que el río Sena es una preciosidad, sus curvas atravesadas por puentes espectaculares y adornados por algunos de los monumentos más bellos del mundo y sus árboles y muelles como si fueran una postal.

Para recorrerlo la primera opción es simplemente caminar por sus orillas, de repente al atardecer te puedes ver sobrecogido por un sentimiento de emoción debido a la vista de pura belleza… Notre dame iluminada, el Sena brillando con pequeñas luces… Es de verdad para enamorarse. Además si van en verano verán a las orillas arena y gente tomando el sol. Lo que es bastante curioso, ya que al no tener mar los parisinos traen todos los años arena a las orillas del río para simular una pequeña playa en París.

Otra forma de recorrerlo es ir en alguna embarcación y ver sus preciosas vistas desde el agua. Por mucho, la mejor manera de absorber París es a partir de la terraza panorámica de una de las icónicas barcas de París: Bateaux Mouches.

Sí, son muy turísticas ( al punto que la mayoría de los parisinos les rehúyen irrevocablemente ) pero a veces vale la pena ir descubriendo París de la mano de los comentarios en múltiples idiomas y cientos de chinos para obtener una vista de algo completamente hermoso.

Para los interesados en esta gran experiencia sobre el Sena nada más deben dirigirse al Pont d'Alma, los botes salen cada 30 minutos.

5. Montmartre

Para sentirte como Amelie Poulain no se pueden perder de pasar un rato en Montmartre, sus calles absolutamente repletas de Sex Shops son una oda al estilo de vida libertino que hace mucha gracia admirar. Entre mirar los escaparates y ¿por qué no? comprar algún juguete, de repente se toparán con el Moulin Rouge, que aunque no entren a ver su espectáculo, sí que vale la pena sacarle una foto a su reconocida fachada.

Montmartre es una colina de 130 metros de altura, con la cúpula blanca de la Basílica del Sacré Cœur (sagrado corazón), ubicada en su cumbre. Desde ahí París se ve basto y hermoso, como es.

Además pueden aventurarse a buscar la famosa Rue Lepic con el café donde trabajaba Amelie “Les Deux Moulins”, y a lo mejor romper con la cucharita una deliciosa Crème brûlée.