Descubriendo Champaña

Uno de los viajes más tranquilos, románticos y a la vez divertidos que hemos hecho fue la semana pasada a la Región de Champagne, en el noreste de Francia, famosísima porque de ahí viene el conocido vino espumante con denominación de origen: la Champaña.

Reims

Decidimos escoger como centro estratégico Reims, ya que esta pequeña ciudad junto con Épernay es el mayor centro de producción de espumosos y tiene una ubicación perfecta para moverse por la región.

Pero una de las cosas más impresionantes de Reims es la imponente catedral gótica Notre-Dame de Reims, que durante un milenio fue el lugar de coronación de más de 30 soberanos. No voy a describirla mucho porque no hay nada que pueda decir que explique la sensación que da entrar a este inmenso recinto.

Pero algo que merece la pena recalcar de esta Notre-Dame son los vitrales diseñados por Marc Chagall en 1974, que son una preciosidad.

Mumm

La casa de Champán Mumm es la única que se encuentra en el centro de Reims, y es el tercer productor de champán del mundo, con 8 millones de botellas al año.

Lo fabuloso es que se puede hacer un tour a través de sus cavas con degustación de esta deliciosa bebida al final. Así que JP y yo nos fuimos a por ello.

*Las cavas a 14 metros bajo tierra son bastante frías, así que conviene llevarse un abrigo, aunque estemos en verano (basta con uno ligero).

Épernay

El tercer día de estadía fuimos a la célebre localidad de Épernay , que se autodenomina la capital del champán, y produce algunas de las marcas más famosas del mundo. De hecho es aquí donde está la avenida más cara del mundo L'Avenue de Champagne, más cara que los Champs-Élysées en París, tal vez porque debajo del suelo a unos cuantos metros bajo tierra hay más de 200 millones de botellas de este maravilloso oro líquido, en una red subterránea de 110 km de bodegas.

*Épernay está a 25 km de Reims, pero se puede llegar en

media hora en tren, para pasar el día.

Mercier

Así pues, en Épernay nos decidimos por hacer un circuito de cata de champán en la famosa casa Mercier, y si algún día van a esta región, les recomiendo visitar sí o sí esta cava.

Aquí todo es llamativo como el barril gigantesco de 160 000 litros, construido para la exposición universal de 1889.

El ascensor que nos llevó 30 metros bajo tierra mientras veíamos por la ventana, incrustados en la tierra, figuras y representaciones de la producción del champán.

Y por último el trencito guiado con laser a través de las bodegas decoradas con esculturas, mientras se nos explicaba a través de la audioguía (disponible en español) el proceso para hacer el champán.

Toda una experiencia que no podía terminar sin que probáramos tres copas diferentes del mejor champán de la casa, todo maravilloso y por menos de 20 euros.

Al final, muy contentos y algo mareados nos dirigimos al tren para volver a Reims.

Experiencia 100% recomendada.

¿Compras?

Algunas compras que recomiendo para hacer en esta región es por supuesto champán, a precios ridiculamente baratos en comparación a los que se ven en América y otras regiones lejanas a Francia. Y galletitas de rosas típicas de Reims que convinan a la perfección con el sabor del champán.